LA FELICIDAD II

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LA FELICIDAD I
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LA FELICIDAD III
10 mayo, 2016
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La semana pasada iniciamos un ciclo sobre el proceso de la felicidad y comentamos que Seligman proponía que para ser feliz se puede trabajar con las emociones pasadas, presentes y futuras.

Hoy vemos de que manera podemos hacer esto para conseguir esa sensación tan ansiada de felicidad

Las emociones sobre el pasado. En primer lugar, olvidar la teoría de que el pasado determina el futuro, nos haya pasado lo que nos haya pasado tenemos la capacidad de modificar el recuerdo y la interpretación y aprender algo sobre la experiencia de forma que no solo no nos determine sino que nos ayude a crecer. Solo hay que agradecer todo lo bueno que nos ha pasado y aprender a perdonar y a perdonarnos.
Las emociones en el presente. Las emociones en el presente que favorecen la felicidad son los placeres y las gratificaciones. Hay tres conceptos procedentes del estudio científico que se relacionan con los placeres y que pueden ayudar a incrementar la cantidad de felicidad transitoria:

► Habituación. El mismo placer deja de hacer el mismo efecto si repetimos la experiencia con rapidez. Se debe a la actividad neuronal. Conviene dejar que transcurra un tiempo antes de repetir por ejemplo, el segundo plato de postre gusta menos que el primero.

► Disfrute o saboreo. Entendiendo por ello disfrutar la conciencia del placer y la atención consciente y deliberada ante la experiencia placentera.
► La atención. La atención consciente de la experiencia presente se produce de forma mucho más fácil en un estado mental lento que cuando uno pasa a toda prisa por una actividad o acontecimiento mientras piensa en el futuro. La meditación es una buena técnica para potenciar la atención al presente

Emociones futuras, infinidad de estudios han mostrado que la esperanza y el optimismo pueden desarrollarse. Ser capaces de anticipar y visualizar el futuro de forma positiva es clave para nuestra sensación de felicidad. La felicidad no es un estado, es una sensación subjetiva, depende de nuestra exigencia y de hacia donde nos orientemos (lo positivo o lo negativo) La diferencia entre una persona positiva y una negativa no son las cosas que le ocurren sino a qué presta atención. A todos nos pasan cosas buenas y malas todos los días algunas personas al final del día se centran en lo bueno que ha ocurrido y otras en lo malo de forma que su sensación de felicidad va a estar directamente relacionada con la interpretación de las cosas que han ocurrido.

Desde luego centrarse en los aspectos positivos del día  nos ayuda a tener esa sensación de felicidad.

La próxima semana seguimos ahondando en la felicidad y sus claves

Mucho éxito y buena semana