EL ESTRÉS: PRIMERA PARTE

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PSICOLOGÍA: LOS PENSAMIENTOS IRRACIONALES
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EL ESTRÉS: SEGUNDA PARTE
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Estoy teniendo en la consulta muchos pacientes con estrés así que vamos a dedicar las siguientes entradas a hablar un poco del  mal de este siglo.

Esta primera parte la dedicaremos a definirlo y a saber que síntomas tiene y poco a poco nos iremos adentrando en sus antecedentes, consecuencias, como se previene y finalmente realizaremos un test para saber si estamos en ese punto peligroso o no. Espero que lo disfrutéis.

Hoy, con los cambios en las reglas de juego, los problemas económicos, el ritmo vertiginoso de trabajo, las preocupaciones diversas, las situaciones dramáticas y las excesivas horas de trabajo que a veces nos vemos obligados a realizar en este mundo globalizado y consumista en que vivimos, es más que necesario conocer qué debemos hacer para disminuir el estrés que nos lleva este tipo de problemas. El estrés está en boca de todos, pero ¿sabemos realmente qué es? Anteriormente se creía que el estrés era patrimonio de ciertas profesiones, pero hoy sabemos que no es así. Puedes trabajar de gerente, de empleado administrativo o de limpieza en el mismo lugar y estar expuesto a estos avatares de la edad moderna en que vivimos. También puedes estresarte con tu familia, practicando deportes o, simplemente caminando por la calle.

El estrés es un mecanismo natural y es la forma que tiene el organismo de protegerse. La naturaleza es sabia: nos prepara para luchar o huir. Si el individuo percibe que puede con la amenaza, la enfrenta y lucha. Si percibe que no puede, huye. Vale decir que tener un cierto nivel de estrés es bueno; lo malo es cuando el estrés aumenta tanto que se nos hace incontrolable. Si la situación no se revierte, afecta el ritmo normal de vida y produce un desgaste excesivo del organismo. Sería, más o menos, como un automóvil; pisando el acelerador para salir corriendo pero no salimos, tenemos pisado el embrague, el coche se revoluciona y se estropea y cuando realmente necesitemos salir corriendo ya no responderá el motor. El estrés es una defensa natural del organismo que se encuentra dentro de nosotros mismos y que sirve para hacer frente a demandas de experiencias difíciles en nuestra vida diaria. Podemos decir que el estrés es la respuesta del cuerpo a las influencias o exigencias externas o internas. Imagina que te encuentras en la selva, solo, y un león se acerca repentinamente, podrías prepararte para huir o enfrentarlo. Para esa preparación nos sirven los distintos cambios que en nuestro cuerpo se producen, por ejemplo:

-Descarga de adrenalina Nos sirve para mejorar la funcionalidad de nuestros músculos y nos prepara para luchar o huir.

-Las pupilas se dilatan Permite que entre mejor la luz, y mejore la visión. Siempre que hay peligro se necesita ver lo más claro posible.

-La digestión se interrumpe De esa manera, toda la sangre acude a los músculos para responder ante el peligro.

-La boca se seca Y deja de mandar fluidos al estómago para disminuir la actividad digestiva. Es por eso que cuando comemos estando estresados, decimos que la comida “nos sentó como una piedra en el estómago”

-Los músculos se tensan Esta tensión muscular nos dispone siempre a luchar o huir. Si la tensión dura mucho tiempo la vamos a sentir más en los músculos del cuello, de los hombros y de la espalda.

-La respiración se acelera Esto nos permite que se oxigenen más los músculos.

-El corazón late más aprisa. Es lo que llamamos taquicardia, y sirve para hacer un mayor aporte sanguíneo a la parte muscular.

-Aumenta la sudoración Lo que hace bajar la temperatura del cuerpo.

-El hígado libera glucosa Lo que significa más energía para el organismo en este momento especial.

-El bazo libera glóbulos rojos por el mismo motivo, para ayudar a los músculos a reaccionar.

El estrés eleva la tensión arterial, nos hace susceptibles a trastornos respiratorios, gripes, anginas, aumenta el riesgo de los trastornos cardíacos, diabetes, psoriasis, asma, colitis, cáncer, gastritis y úlceras en el estómago o el intestino. Puede haber también disminución de la función renal, problemas del sueño, alteraciones del apetito o agotamiento general, entre otros.

Desde luego no parece muy inteligente seguir en este estado ¿verdad? la próxima semana profundizaremos un poco más en este mecanismo

Feliz semana!!!!!!!!